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Teología del Agricultor

  • Fecha de publicación: Martes, 07 Marzo 2017, 16:56 horas

La Biblia está colmada de ilustraciones que todos pueden entender.  A lo largo del Antiguo y Nuevo Testamento hay muchos ejemplos en donde Dios revela la verdad a través del uso de la terminología agrícola.  ¿Alguna vez ha pensado en lo poderosa que pueden ser estas ilustraciones?  Si no, espero que este artículo haga la diferencia en su vida.

El profeta Isaías se refirió a la salvación como una semilla. Sus palabras declaran la confiabilidad de Dios cuando se refiere a Su regalo de salvación.  Declaró: “Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié” (Isaías 55:10–11).

Esta porción de la escritura de Isaías, es un ejemplo perfecto de cómo la verdad puede ser entendida por medio de una simple ilustración. Sabemos que la humedad de la lluvia y la nieve proporcionan las condiciones necesarias para que germinen las semillas. De la misma manera, el Espíritu Santo puede estimular el crecimiento de las semillas latentes plantadas por la palabra de Dios. Una vez que la palabra ha sido sembrada dará fruto a su debido tiempo. ¡Qué hermosa ilustración para que todos puedan entender!

Jesús a menudo enseñaba en parábolas, y llevó el cuadro de la semilla de Isaías, un poco más allá en la Parábola del Sembrador.  Hablándole a personas que podían relacionarse con la agricultura o la jardinería, les describió las diferentes cosas que sucedieron cuando un sembrador salió a sembrar su semilla.  Algunas cayeron por el camino y las aves las devoraron.  Otras sobre el suelo rocoso y tan pronto como crecieron, se marchitaron.  Una parte entre las malas hierbas y cuando germinaron se ahogaron.  Finalmente, algunas semillas cayeron en buena tierra, crecieron y produjeron una cosecha que se multiplicó cien veces.

Cuando los discípulos de Jesús le preguntaron, cuál era el significado de la parábola, Él respondió diciendo: “Esta es, pues, la parábola: La semilla es la palabra de Dios. Y los de junto al camino son los que oyen, y luego viene el diablo y quita de su corazón la palabra, para que no crean y se salven.  Los de sobre la piedra son los que habiendo oído, reciben la palabra con gozo; pero éstos no tienen raíces; creen por algún tiempo, y en el tiempo de la prueba se apartan.  La que cayó entre espinos, éstos son los que oyen, pero yéndose, son ahogados por los afanes y las riquezas y los placeres de la vida, y no llevan fruto” (Lucas 8:11–14).

La parábola del sembrador describe los diversos resultados que pueden ocurrir cuando testificamos a nuestra propia generación. Creo que cada creyente ha sido llamado a plantar semillas - el resto depende de Dios. ¿Está usted haciendo su parte? Si no, ¿no sería un buen momento para comenzar?

Soy Roger Oakland.  Ésta ha sido una perspectiva bíblica para ayudarle a Entender los Tiempos.

(Traducción: Judith A. DeRojas)

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