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David Livinstone

David Livingstone, médico, explorador y misionero escocés, nació en Blantyre, Escocia, el 19 de marzo de 1813.   Fue criado en un hogar cristiano.  A la edad de diez años ingresó a trabajar en una fábrica. Pasaba largos días de trabajo esclavizante, laborando desde las seis de la mañana hasta las ocho de la noche.  Muchas veces se llevaba un libro para leer algunas oraciones si el tiempo lo permitía.

El dilema de un hombre

Edward D. Griffin nació en 1770, el hijo de un acaudalado agricultor de Connecticut.  Fue a Yale con el plan de estudiar para el ministerio, pero cuando comenzó el último año, se advirtió de que no era regenerado.  Horrorizado ante la idea de convertirse en pastor sin una fe personal, se puso a estudiar leyes.

En julio de 1791 se enfermó.  En su lecho de dolor sintiéndose miserable, comenzó a pensar: “Sino puedo aguantar estos dolores por tan corto tiempo, ¿cómo podré soportar las penas del infierno para siempre?”.  Este pensamiento no le abandonaba, y en tres meses había depositado su confianza en Jesús como su Señor y Salvador e iba camino al cielo.

El Dios que controla el viento, controla las naciones

En el siglo diecisiete, las décadas de 1660 hasta 1680 fueron tiempos difíciles para el pueblo de Dios en Inglaterra y Escocia.  Después del ascenso al poder político de los puritanos, durante las guerras civiles inglesas de los 1640, y la ejecución del rey Carlos Primero, Oliver Cromwell, un puritano independiente o congregacionalista, estableció una mancomunidad con él mismo como su dirigente.

El evangelista gitano

Rodney Smith nació en una tienda en Inglaterra en 1860, de unos padres gitanos analfabetos, Cornelius y Polly Smith.

Cuando era un adolescente, su hermana mayor se enfermó de gravedad.  El doctor de la localidad la diagnosticó con viruela y le dijo a su padre que tomara a su familia y saliera del pueblo inmediatamente.  Cornelius estableció un campamento fuera de la población, permaneciendo con su hija enferma dentro de un carromato, mientras el resto de la familia estaba en una tienda a poca distancia para no infectarse.  Desafortunadamente, tanto el hermano de Rodney como su madre, se contagiaron con la enfermedad.  Mientras Polly yacía muriéndose, Cornelius le preguntó: “¿Estás tratando de orar, querida mía?”.

El poder de los himnos

La guerra de treinta años que se extendió desde 1618 a 1648, fue un conflicto complejo que condensó varias confrontaciones en una continua conflagración.  Una de las principales contiendas era entre los católicos y los protestantes de Alemania.

El poeta feo

Sólo media un metro con cincuenta y dos centímetros, y su cabeza lucía demasiado grande para su cuerpo.  Incluso parecía mucho más grande con la larga peluca que lucía.  Su nariz estaba torcida, sus ojos eran pequeños y penetrantes y su cuerpo frágil.  Físicamente, no había nada atractivo en su persona.

Se enamoró de una joven y le propuso matrimonio, pero la respuesta insensible de ella fue: “Me gusta la joya, pero no el engaste”.   Él nunca se casó.

Un día en la vida

  ¿No le gustaría haber pasado un día con George Whitefield, el famoso evangelista anglicano del Gran Despertar Espiritual?   

  Permitamos que él mismo no los cuente, con sus propias palabras registradas en su diario el domingo 9 de noviembre de 1740.  Para entonces tenía veinticinco años y estaba predicando en Filadelfia.

En pos de lo supremo

Oswald Chambers uno de los escritores cristianos más famosos, de hecho sólo escribió un libro, sobre el cual la mayoría de sus lectores nunca han oído hablar.  Nació en Aberdeen, Escocia en 1874 y era hijo de un ministro bautista.  Cuando adolescente acompañó a su padre a escuchar un sermón del famoso predicador Charles Spurgeon.  Después de eso, le dijo a su progenitor, que si hubiera una oportunidad para el servicio, se entregaría al Señor.  Él rápidamente le respondió: “Puedes hacerlo ahora mismo, hijo mío”. Y allí, en una calle de Londres con su padre, Oswald Chambers calladamente sometió su vida a Jesucristo como su Salvador y Señor.

Enfrentando una audiencia hostil

Era el año de 1882 y el predicador norteamericano Dwight L. Moody planeaba celebrar una semana de reuniones, para evangelizar a los estudiantes de historia de la Universidad de Cambridge.

El primer día de la reunión del mes de noviembre, muchos cristianos del pueblo y unos pocos creyentes fieles de la universidad atendieron a un servicio masivo de oración, justo antes de la primera reunión.  Moody habló y mientras algunos se regocijaban con su mensaje, otros estaban profundamente molestos por su acento norteamericano y por su forma de expresarse sin sofisticación.

Estaba contento con ser el segundo

Entre los líderes más conocidos de la Reforma, Martín Lutero tenía a Philip Melancthon, John Calvino a Thedore Beza y Ulrich Zwingli a Johann Oecolampadius.  Su verdadero nombre era Johann Hausschein, pero como su apellido en alemán significaba “la luz de la casa”, adoptó el de Oecolampadius, su equivalente en griego.

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