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Homosexualidad y la biblia

  • Fecha de publicación: Lunes, 03 Octubre 2016, 09:08 horas

El tema de la homosexualidad se ha vuelto muy divisivo, no sólo entre el ala conservadora del catolicismo y la liberal, después que el Papa Francisco dijera ante los medios noticiosos: “¿Quién soy yo para juzgar a los homosexuales?”, sino que también ha dividido a los cristianos evangélicos. Denominaciones completas, y predicadores evangélicos muy conocidos en Estados Unidos apoyan el movimiento de homosexuales: gays, lesbianas, bisexuales y transgéneros.

De acuerdo con la Enciclopedia Wikipedia las iglesias en Estados Unidos que cuentan con ministros ordenados homosexuales y lesbianas son: “La Iglesia de la Comunidad Metropolitana, la que ha ordenado candidatos en esta categoría para el ministerio, desde su fundación en 1968.  A partir de 1972, la Iglesia Unida de Cristo se convirtió en la primera denominación protestante tradicional en Estados Unidos en ordenar a un clero abiertamente homosexual.  Otras son la Evangélica Luterana en América, desde el año 2010; y la Presbiteriana desde el año 2012.  La Iglesia Episcopal y la Cristiana Discípulos de Cristo, también han permitido la ordenación de personas abiertamente gays y lesbianas para el ministerio desde hace algunos años’.

“A nivel internacional, las iglesias que han ordenado a clérigos gays o lesbianas son la de Escocia, de Inglaterra, de Gales, de Suecia, de Noruega, de Dinamarca, la Evangélica Luterana de Islandia, la de Finlandia, la Evangélica en Alemania, la Metodista en Gran Bretaña, la protestante en los Países Bajos, la protestante Unida de Bélgica, la Reformada en Suiza, la protestante Unida de Francia, la Evangélica Luterana y la Anglicana en Canadá; y en Japón la Iglesia Católica antigua y la Iglesia Unida de Cristo”.

 También son muchos los “grandes predicadores evangélicos” que a nivel personal apoyan al movimiento de gays, lesbianas, bisexuales y transgéneros, tal como Tony Campolo, Rick Warren, Joel Osteen y muchos otros.

Por otra parte, aunque la mayoría de los evangélicos fundamentalistas citan versículos que condenan claramente la homosexualidad, en un debate, son incapaces de explicar la razón exacta que tuvo Dios para inspirar estas porciones en la Biblia tocante a la homosexualidad. 

Para poder comprender bien todo esto, es necesario ir al principio cuando Dios creó al hombre.  Dice Génesis 1:26-28: “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.  Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.  Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra”.

   Aquí tenemos la creación del hombre - tal como la concibió el propio Dios.  Y hay varias cosas que deseamos que ustedes noten muy cuidadosamente.  Lo primero que queremos que adviertan, es que el Creador dijo: “Hagamos al hombre a nuestra imagen”.  ¿Se advirtieron de la palabra “imagen”?  Porque es un término que no es bien comprendido por la mayoría de cristianos.  Cuando oímos la expresión que “El hombre fue hecho a la imagen de Dios”, de inmediato pensamos en su semejanza, que de alguna forma somos parecidos a Dios, lo cual es verdad hasta cierto punto, pero que sin embargo no abarca el significado completo que implica la palabra “imagen” en Génesis 1:26-28. 
En el antiguo Medio Oriente, un rey a menudo erigía imágenes y estatuas de sí mismo que colocaba en los límites de su reino, y que servían como marcadores para demarcar la extensión de su reino. Ese es el verdadero trasfondo en que se basa la historia de Sadrac, Mesac y Abed-nego registrada en el libro de Daniel.

 Nabucodonosor había erigido una estatua gigantesca de sí mismo, para indicar con esto que tenía soberanía absoluta sobre todo ese territorio, pero el pecado de este monarca no consistió en erigir la imagen, ya  que esto era una práctica común, sino que su falta fue en hacer una imagen de sí mismo exigiendo que la adoraran. ¡Ese fue su pecado! 

  Una imagen entonces, era como el símbolo para demarcar la extensión de un reino.  Delineaba las fronteras de gobierno de un rey o gobernante.  Así que cuando Génesis 1:26-28 nos dice que el hombre fue creado a la imagen de Dios, está implicando claramente que “el hombre es el marcador en el Reino de Dios”, que marca o determina los límites de su reino y proclama su dominio sobre él.

  Cuando el Creador hizo al hombre a su propia imagen, y lo puso sobre la tierra, estaba en efecto proclamando su intención de extender la influencia de su reino a la tierra - o más exactamente, estaba anunciando su propósito de reclamarle a Satanás, su rebelde vice-regente la tierra como su dominio. ¿Le sorprende esto?

  ¿Alguna vez se ha puesto a analizar las primeras palabras de la Oración del Señor Jesucristo al Padre?  Leamos lo que dice: “Y les dijo: Cuando oréis, decid: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.  Venga tu reino.   Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra” (Lucas 11:2).  Medite cuidadosamente en lo que se dice aquí: “Venga tu reino [es decir “venga tu reino también a la tierra”], implicando con esto que la tierra se encuentra fuera del panorama del Reino de Dios.  En  otras palabras, que el dominio de Dios sobre la tierra está siendo disputado.

  Ahora reflexione bien en la siguiente frase: “Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra”.   Esto asimismo parece implicar, que en la actualidad no se está honrando plenamente la voluntad de Dios en la tierra, y que ésta es un campo de batalla, porque el diablo trata de controlarla. 

Lo siguiente que vamos a considerar es que después de hacer la primera pareja, “... Los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread...”  Aquí encontramos las palabras“sojuzgadla” y “señoread”.   Es decir, que Jehová le asignó a la humanidad la responsabilidad de someter la tierra y establecer su dominio Divino sobre ella.   Indicando con esto que el hombre no es simplemente un marcador pasivo en su Reino, sino que debe librar una guerra, que debe luchar por imponer el dominio de Dios en la tierra, esperando fiera resistencia, pero venciendo al sojuzgarla y someterla. No se trata solamente de que estamos viviendo en una zona de guerra, lo cual ya es suficientemente malo, sino que nosotros somos los combatientes en esta zona de guerra.  Esa es la verdadera razón de nuestra existencia.

   Finalmente, el último elemento que queremos que tomen en cuenta es que el hombre tiene dos dimensiones, ya que no sólo es varón, sino que también es hembra.  Escuche lo que dice Génesis 1:27: “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó”.

  Se necesitan ambos sexos para que exista el hombre.  Él no puede existir sólo como hombre, como tampoco puede hacerlo sólo como mujer.   Aquí encontramos la razón exacta, de por qué la homosexualidad es prohibida de manera tan clara y enérgica en toda la Escritura.  El hombre existe sólo en la unión de ambos sexos.  En ausencia de esa unión, en cierto sentido, no existe realmente - lo cual implica que Dios ha perdido el marcador de su reino.

   Eso es exactamente lo que diablo sabe, pero que muchísimos evangélicos ignoran, que  el hombre es el agente de Dios para la conquista, que es su marcador.  Además Satanás entiende bien, de que el hombre sólo puede existir, debido a la unión del varón con la hembra.  Por lo tanto planeó una estrategia para destruirlo que consiste en dos partes: Primero enfrentó a los hombres contra las mujeres en una lucha por el dominio, y  en estos últimos días, legitimó la homosexualidad dentro de la cultura secular y hasta los matrimonios entre personas del mismo sexo, haciendo que esta perversión penetrara en la propia iglesia evangélica.

Preste mucha atención a esto: No fue a Adán a quien el diablo amenazó en el huerto del Edén; tampoco fue a Eva, sino que fue a ambos.  Y eso mismo ocurre hoy.  El diablo no amenaza al varón; tampoco a la mujer, sino a la unión entre el hombre y la mujer - la cual es institucionalizada y santificada en el rito del matrimonio.

¡Es una verdad muy simple y directa que hemos esbozado aquí!   Y no se necesita de mucha perspicacia intelectual para captarla.  ¿Por qué, entonces, son tan pocos los evangélicos capaces de explicarlo? ¿Por qué son tantos los evangélicos que apoyan el matrimonio entre personas del mismo sexo?  Disculpennos por ser tan contundentes como es posible: Es porque los líderes evangélicos no están ministrando la verdad sobre la homosexualidad.   Primero, porque son unos ignorantes y desconocen enteramente las Escrituras.  Tiene temor de la animosidad de las otras personas y finalmente porque desean desesperadamente  ser parte de la cultura secular. 
A ellos nos les importa predicar la verdad, sino ser populares y atraer multitudes que los recompensan con sus diezmos y ofrendas.  Entre los peores, pero que al mismo tiempo son más influyentes, están Rick Warren, Rob Bell, Brian McLaren, Tony Jones y Doug Pagett - todas luminarias principales dentro del movimiento de la “iglesia emergente”.

 Cualquiera que sea el caso, son muchísimos los evangélicos que no están recibiendo una clara enseñanza bíblica de parte de sus líderes, quienes ni siquiera se toman el trabajo de investigar por sí mismos, si lo que les están enseñando es verdad, y quienes están sucumbiendo inadvertidamente en la estrategia del diablo para destruir a la humanidad.

  ¡Qué triste!  ¡Es hora de que el pueblo de Dios se despierte, porque hay muchísimo en juego!  Es hora que se despierten de su modorra espiritual y no permitan ser guiados por guías ciegos que van a terminar por arrastrarlos al abismo.

   Todos esos pastores y líderes de ahora que no quieren hablar de nada que sea negativo, y en cuyo vocabulario no está incluido, el pecado, el infierno, la ira de Dios sobre los incrédulos en el tiempo del fin, y la segunda muerte.  Esos que no pueden admitir nada negativo y que lo único que quieren es que las personas se sientan bien consigo mismas, en realidad no son pastores, son líderes motivacionales, no predicadores, por lo tanto su evangelio es falso.

   Pablo por inspiración divina le dijo a Timoteo: “Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.  Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas.  Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio” (2 Timoteo 4:1–5).

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