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Isis e Israel en los últimos días

Isis e Israel en los últimos días

El centro de la política mundial actual está centrado en la nación de Israel, específicamente en el Medio Oriente.  Esa es una de las muchas señales de que estamos viviendo en los días próximos al retorno del Señor Jesucristo, porque todas las profecías de la Biblia concernientes a los tiempos finales, están centradas en Israel.  ¿Necesita una prueba? Basta con mirar a los titulares de prensa de hoy en día.

Además de toda la animosidad mundial que prevalece en contra de Israel, ha surgido otro problema.  El Medio Oriente es una caldera de agitación, y gran parte de este revuelo es provocado por un grupo misterioso llamado ISIS que parece haber brotado de la nada.   Pero... ¿Qué es este grupo? ¿Qué busca, qué persigue? ¿En qué forma se relaciona con lo que dice la Biblia, acerca de Israel y los árabes en los últimos tiempos?  En este mensaje vamos a tratar de responder a estas preguntas.

Identificando a ISIS

Pero... ¿Dónde encaja ISIS en este escenario de los últimos días?  ISIS es un grupo musulmán sunita que se transformó muy rápidamente, de agrupación terrorista a un ejército completo. 

Abu Bakr al-Baghdadi, quien nació en Samarra en 1971, es el autoproclamado califa del grupo terrorista autodenominado Estado Islámico.  Es una persona que se mantiene en reclusión, probablemente porque tiene miedo de que lo asesinen.  Incluso en repetidas ocasiones se ha propagado la noticia de que ha sido asesinado.  Nunca permanece en el mismo lugar cada noche, y sólo se le ha visto públicamente dos veces desde que integró a ISIS.  Debido a esto, es muy poco lo que se sabe respecto a este hombre.

Lo que sí sabemos, es que era el líder de un grupo de Al Qaeda llamado ISI, que corresponde con el Estado Islámico de Iraq, debido a que se dedicó a lanzar ataques terroristas a través de Iraq con la idea de apropiarse de todo el territorio y convertirlo en un estado completamente musulmán bajo la ley Sharia.  En el año 2013, avanzó hacia Siria y cambió el nombre de su organización a ISIS, refiriéndose al Estado Islámico de Iraq y Siria.  Más tarde lo reformó nuevamente a ISIL, indicando con esto el Estado Islámico de Iraq y Levante.  Levante es una palabra francesa que significa Medio Oriente.   Posteriormente, Bakr al-Baghdadi cortó los lazos con Al Qaeda y declaró en el 2014, la independencia de su grupo y su soberanía sobre Irak y Siria, autoproclamándose califa con el nombre de Ibrahim.

El califato reclama la autoridad religiosa sobre todos los musulmanes del mundo, y tiene como objetivo declarado unir a todas las regiones habitadas por musulmanes, bajo su control, comenzando con Irak y la región del Levante Mediterráneo, que cubre aproximadamente los actuales estados de Siria, Jordania, Israel, Palestina, Líbano, Chipre, y parte del sur de Turquía.  Otras milicias que controlan parte del territorio en la península egipcia del Sinaí, el este de Libia y Pakistán han jurado lealtad a la organización. El grupo se caracteriza por una interpretación fundamentalista del islam y su violencia brutal contra los no musulmanes y contra los que ellos consideran falsos musulmanes.

Es así cómo se puede ver la forma cómo ha expandido su alcance:  Al-Baghdadi comenzó con Iraq, luego fue de Iraq a Siria y de allí se expandió al entero Medio Oriente.  Su aparición pública más importante fue en junio del 2015, cuando pronunció un discurso público declarando por primera vez el establecimiento del Estado Islámico.  En la actualidad, él llama a su organización IS-IS implicando Estado Islámico.

Las motivaciones de ISIS

Consideremos por un momento cuáles son las motivaciones de esos en ISIS.  El pronunciamiento de Al-Baghdadi fue el más importante que haya hecho un musulmán en muchos, pero muchos, años.  Tenga en mente que desde la disolución del Imperio Otomano en 1922, no ha existido ningún imperio musulmán.  Cuando él proclamó la existencia de un estado islámico, estaba instituyendo un califato islámico.  Los musulmanes radicales alrededor de todo el mundo, se sintieron excitados.  Muchos de los que estaban en países distantes comenzaron a trasladarse al Medio Oriente, porque deseaban ser parte del establecimiento del próximo califato musulmán, el cual esperan que sea el imperio que tome posesión del mundo entero.

En febrero de 2015, Marie Harf, Asesora Estratégica de Comunicaciones del Secretario de Estado norteamericano John Kerry,  hizo la declaración más increíble que haya salido jamás de la boca de una empleada del gobierno.  Dijo que la motivación detrás de ISIS es el deseo que tienen de obtener trabajos. ¡Ella cree que esas personas lo que necesitan es un trabajo!  Permítanos por favor, citar textualmente sus palabras: “No podemos ganar la guerra contra el terrorismo, ni podemos ganar la guerra contra ISIS, matándolos.  Tenemos que encontrarles puestos de trabajo. Tenemos que llegar a la raíz del terrorismo, que es la pobreza y la falta de oportunidades en la comunidad terrorista”. 

¡Esta es la declaración más absurda que alguien haya podido pronunciar! ¡Es patética! ¡Qué idea más perversa, decir que los de ISIS hacen lo qué hacen porque son muy pobres y tienen necesidad de trabajos!    Dígannos: ¿Quién ha comentado jamás que los miembros de ISIS anden clamando: “¡Trabajos, trabajos, necesitamos trabajos!”.  Lo que ellos gritan es: “¡Allahu Akbar!” “¡Allahu Akbar!” “¡Alá es el más grande!”.

La motivación que impulsa a ISIS es la religión, específicamente los mandamientos del Corán.  Hay versículos de su libro que los instan a “Combatir a los no musulmanes hasta exterminar a todos los otros credos, dejando al islam como la única religión en el mundo”.

¿Qué es lo que ellos hacen? ¡Seguir las ordenanzas de su libro santo!  En el Hadiz - Los dichos y las acciones de Mahoma, se dice que el profeta dijo: “Nadie tiene el derecho a ser adorado, excepto Alá.  Conviértete al Islam o muere”.

ISIS es identificado por su uso extremado de crueldad y sadismo, y todo esto en conformidad con el Corán.  El Estado Islámico, ha mostrado muchos vídeos de ejecuciones de prisioneros con distintos métodos criminales.  Por ejemplo, el periodista japonés Kenji Goto fue decapitado.  El piloto jordano Muadh al Kasasbeh fue quemado vivo dentro de una jaula.  Como represalia, una mujer Sajida al Rishawi y su compañero Ziad al Karbouli, fueron capturados en Jordania y colgados por el gobierno de este país. Todos estos vídeos son publicados y distribuidos a través de las redes sociales.

Dice el Corán: “¡Preparad contra ellos toda la fuerza, toda la caballería que podáis para amedrentar al enemigo de Alá y vuestro y a otros fuera de ellos, que no conocéis pero que Alá conoce! Cualquier cosa que gastéis por la causa de Alá os será devuelta, sin que seáis tratados injustamente” (Sura 8:60).
Con respecto al Jihad, o guerra santa, Mahoma dijo que el Corán, le garantiza el paraíso a todos los que luchan por Alá.  De hecho, en la religión musulmana, la única garantía que tienen sus seguidores de ir al cielo es morir en combate luchando por Alá, de otra forma no hay seguridad alguna.  Incluso Mahoma dijo que no estaba seguro de sí iría o no al cielo.

El morir por Alá es presentado como algo mucho mejor que vivir.  Si usted es asesinado o muerto en la forma como Alá lo determina, su perdón y misericordia  son mucho mejores que todas las riquezas del mundo.  Lo más grandioso para los musulmanes es morir por él.  A los mártires se les promete una vida suntuosa en el paraíso.

El propósito de ISIS

Vamos a considerar por un momento, cuál es el propósito de ISIS.  Aunque realmente no tenemos qué adivinar, porque ya lo han dejado bien claro. Usted se sorprenderá al saber cuál es el objetivo número uno de ellos.  Su principal meta siempre ha sido derrocar a los gobernantes seculares de los estados islámicos.  Es por esta razón que Egipto es el número uno en su lista negra. ISIS quiere deshacerse de los líderes seculares de Egipto y poner allí a alguien que sea un Ayatolá, es decir a un clérigo. Quieren remover a todos los líderes seculares de los países islámicos, ya que están convencidos que van a producir su califato islámico.

La segunda meta es apropiarse en el nombre de Alá del territorio de Canaán, al que ahora llaman Palestina, y en el proceso exterminar a Israel.   Una de las razones por las que están tan determinados a hacer eso, es porque el Corán enseña que si usted conquista un territorio para Alá, éste llega a ser suyo.  Alá sólo es propietario del espacio que los musulmanes conquistan.  Si lo pierden, tienen la obligación absoluta de regresar y volverlo a tomar.  En contraste La Biblia dice: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra” (Génesis 1:1).  Y luego ratifica en Salmos 24:1-2: “De Jehová es la tierra y su plenitud; el mundo, y los que en él habitan.  Porque él la fundó sobre los mares, y la afirmó sobre los ríos”.  Esto es bien interesante, porque de acuerdo con el Corán lo único que le pertenece a Alá es lo que ha sido conquistado por la espada.

El Ayatollah Khomeini argumentó, que la razón por la cual los países árabes musulmanes sucumbieron en tan mala situación durante los siglos 18 y 19, simplemente se debió a que se mantuvieron con los brazos cruzados y permitieron el establecimiento de Israel.  Por lo tanto, el Islam tiene la obligación de destruir a Israel.

La tercera meta de ISIS es conquistar el resto del mundo para Alá, y eso incluye claro está a Estados Unidos de América.  Esos son sus tres propósitos.

Ahora bien, es importante tener en cuenta algo aquí.  Hay que dejar claro que la prioridad número uno de ISIS, no es la erradicación de Israel, ya que ellos no lo ven como un obstáculo importante para la conquista del mundo.  Queremos hacer hincapié en esto, porque muchos estadounidenses, comenzando por su presidente,  han dicho o insinuado, que es necesario abandonar a Israel.   ¡Qué hay que poner a un lado a los israelitas!  Es increíble que personas llamen a las estaciones de radio o acudan a un programa de televisión y digan: “Todos los problemas que tiene este país se deben a Israel, debemos abandonarlos a su suerte y que ellos se defiendan como puedan.  Si lo hacemos tendremos paz, porque los musulmanes ya no volverán más a meterse con nosotros”.  Pero están muy equivocados, tal cosa es un disparate. 


Permítannos decirles: Israel no es la causa del terrorismo islámico en contra del occidente.  Si Israel desapareciera el día de mañana, el fundamentalismo islámico seguiría determinado a destruir a Estados Unidos y a apropiarse del mundo entero para Alá.  Y si Estados Unidos abandonara a Israel, lo cual ya casi está próximo a hacerlo, los musulmanes interpretarían su retiro como una cobardía.  Dirían que con esto estaba demostrado que las palabras de los norteamericanos no tenían valor alguno, que esto probaba lo que ellos habían dicho siempre: Que Estados Unidos era una sociedad depravada desprovista de valores.

El mundo árabe sólo respeta la fuerza

Permítanos darles un ejemplo de esto.  Cuando los árabes conquistaron la ciudad antigua de Jerusalén durante la Guerra de Independencia entre 1948 a 1949, ¿sabe que fue lo primero que hicieron?   Se fueron al sector de los judíos y volaron cada sinagoga y demolieron todas las viviendas.  El entero barrio judío fue completamente arrasado.  Ascendieron al monte de los Olivos y profanaron todos los cementerios judíos.  Se llevaron las piedras de los camposantos y las utilizaron como escalones para las letrinas de sus campamentos militares.

En 1967, después que los judíos reconquistaron la ciudad de Jerusalén hubo pánico entre el mundo musulmán, porque esperaban que los judíos iban a hacer lo mismo que ellos les habían hecho.  Los árabes estaban seguros, que los israelíes iban a acabar con sus vecindarios o a hacer explotar todo.   Esperaban que iban a demoler la Cúpula de Roca en el monte del Templo o a bombardearla.   Pero los israelíes ni siquiera penetraron en los barrios árabes, ni tampoco tocaron el monte del Templo.  De hecho, el segundo día después de haber ganado el enfrentamiento, convocaron una conferencia de prensa y le dijeron a los árabes: “Creemos en la libertad de religión, y aunque ahora esto nos pertenece, vamos a permitir que ustedes administren el monte del Templo”.  Y hasta este día, a pesar de que el monte del Templo está bajo la soberanía de Israel, cuando alguien va a ese lugar, se encuentra bajo el control de los musulmanes.  Usted no puede tocar la mano de su esposa.  No puede leer su Biblia.  No puede orar, tiene que obedecer todas las leyes islámicas.

Los judíos pensaron que con su gesto de generosidad le demostrarían a los árabes que querían vivir en paz con ellos.  Pero en la mente de los musulmanes, todo lo que los israelíes hicieron fue poner al descubierto su debilidad.   Creyeron que los judíos tenían miedo de destruir sus barrios, igualmente la Cúpula de la Roca.  Que son personas débiles a quienes un día vencerán, porque lo único que los musulmanes respetan es el poder y la fuerza bruta.

Fue lo mismo que ocurrió cuando se negoció territorio a cambio de paz, para lo único que sirvió fue para estimular la codicia de los agresores y para que cada día exijan más.  El mundo clamaba: “¡Oh, no habrá paz hasta que no terminen por entregarle a los palestinos la Franja de Gaza!”.  Bueno, les dieron la Franja de Gaza, ¿y qué hicieron los palestinos? ¡Trasladaron a todos los terroristas allí y comenzaron a disparar misiles en contra de Israel!

No se logra la paz mediante el apaciguamiento.  Tal como dijera en una ocasión el señor Winston Churchill, primer ministro del Reino Unido: “La paz nunca se logra por medio del apaciguamiento, porque cuando uno va por ese camino, tarde o temprano termina por ser devorado por el cocodrilo”.  Eso es exactamente lo que sucede cuando tratamos de apaciguar a alguien.

¿Recuerda a Arthur Neville Chamberlain, el político conservador británico, Primer Ministro del Reino Unido,  entre 1937 a 1940, famoso por su política de apaciguamiento con respecto a Alemania nazi, Hitler y la Conferencia de Múnich de 1938? ¿Sabe lo que dijo en su lecho de muerte? : “Todo habría salido bien si Hitler no me hubiera mentido”.   Bueno, ¿qué esperaba que hiciera Hitler?

Ahora mismo Estados Unidos sigue con sus negociaciones con Irán. ¿Qué esperan ustedes que harán los iraníes?  Ellos van a mentirle a los norteamericanos, porque no les importa un rábano la verdad.  No les preocupa ni la verdad ni el honor.  Van a hacer hasta lo imposible para poder fabricar una bomba nuclear y dispararla en contra de Israel.

Nos encanta esta frase que pronunciara el ministro israelí Benjamin Netanyahu, quien dijo: “Los nazis deseaban establecer una raza maestra.  ISIS quiere establecer su religión maestra”.   Este hombre dio directamente en el clavo, ya que siempre es capaz de ver más allá de las mentiras.

El destino de ISIS

Pero... ¿Cuál será el destino de ISIS? ¿Qué les ocurrirá a ellos en los últimos días?  Podemos decir con confianza lo que les sucederá, porque la Biblia lo dice bien claro.

El Salmo 83 indica que en los días finales Israel será atacado por una coalición de estados musulmanes que comparten una frontera común con el estado judío.  En otras palabras, esos estados árabes fronterizos con ellos los atacarán en los últimos días.

El Salmo 83 nos deja saber que los musulmanes atacarán a Israel, con el propósito de borrar a la nación de la faz de la tierra.  Esto incluye a Líbano, Siria, Jordania, Egipto y la Franja de Gaza.  Y... ¿qué ocurrirá?  El Salmo 83 no lo dice, pero otros versículos en la Biblia sí.  Dice Zacarías 12:6:  “En aquel día pondré a los capitanes de Judá como brasero de fuego entre leña, y como antorcha ardiendo entre gavillas; y consumirán a diestra y a siniestra a todos los pueblos alrededor; y Jerusalén será otra vez habitada en su lugar, en Jerusalén”.

En esos días finales, el diminuto Israel, con un tamaño similar al estado de New Jersey, será entonces como David en contra de Goliat.  Zacarías 12:9 continúa diciendo: “Y en aquel día yo procuraré destruir a todas las naciones que vinieren contra Jerusalén”.

No cabe duda que el destino de ISIS ya ha sido determinado.  Dios los destruirá más tarde o más temprano, tan pronto se dispongan a acabar con Israel.  Esta profecía está mencionada dos veces en la Biblia, y es muy probable que entonces tenga cumplimiento.  Dice: “Profecía sobre Damasco.  He aquí que Damasco dejará de ser ciudad, y será montón de ruinas.  Las ciudades de Aroer están desamparadas, en majadas se convertirán; dormirán allí, y no habrá quien los espante. Y cesará el socorro de Efraín, y el reino de Damasco; y lo que quede de Siria será como la gloria de los hijos de Israel, dice Jehová de los ejércitos” (Isaías 17:1–3).

“Acerca de Damasco.  Se confundieron Hamat y Arfad, porque oyeron malas nuevas; se derritieron en aguas de desmayo, no pueden sosegarse.  Se desmayó Damasco, se volvió para huir, y le tomó temblor y angustia, y dolores le tomaron, como de mujer que está de parto.  ¡Cómo dejaron a la ciudad tan alabada, la ciudad de mi gozo!  Por tanto, sus jóvenes caerán en sus plazas, y todos los hombres de guerra morirán en aquel día, ha dicho Jehová de los ejércitos.  Y haré encender fuego en el muro de Damasco, y consumirá las casas de Ben-adad” (Jeremías 49:23–27).

Es probable que Damasco comience a disparar misiles en contra de Israel cargados con gas venenoso y que los israelíes respondan con armas nucleares volándolos de la faz de la tierra.  No sabemos por seguro cómo será, pero lo que sí es seguro es que dejará de existir porque así lo ha dicho el propio Dios por medio de sus profetas.

Después de esto se desatará la guerra de Gog y Magog mencionada en los capítulos 38 y 39 de Ezequiel.  Aquí vamos a plantear un posible escenario, es sólo especulación, pero bien podría ocurrir así.  Después de la guerra profetizada en el Salmo 83, cuando las Fuerzas Militares de Defensa Israelí conquisten los ejércitos árabes, estas naciones entrarán en pánico y buscarán la ayuda de su aliado natural, a Rusia.  Rusia llegará con todos sus aliados que serán Turquía, Irán y otros, todos estados musulmanes.

De tal manera que primero tendrá lugar la guerra con las naciones más próximas, las que están en frontera con Israel, y luego se desatará el enfrentamiento con esas otras que rodean su territorio, lo que la Biblia llama la guerra de Gog y Magog.  Tan grande será la invasión a Israel en ese momento por parte de Rusia y todos sus aliados, que sobrepasarán la capacidad de las fuerzas defensoras israelíes.  Por eso la Biblia nos dice, que será el propio Dios quien se hará cargo de todo. Su Palabra declara que el Señor destruirá a todos estos ejércitos en forma sobrenatural sobre los montes de Israel. 

Escuche lo que dice Ezequiel 38:18-23: “En aquel tiempo, cuando venga Gag contra la tierra de Israel, dijo Jehová el Señor, subirá mi ira y mi enojo. Porque he hablado en mi celo, y en el fuego de mi ira: Que en aquel tiempo habrá gran temblor sobre la tierra de Israel; que los peces del mar, las aves del cielo, las bestias del campo y toda serpiente que se arrastra sobre la tierra, y todos los hombres que están sobre la faz de la tierra, temblarán ante mi presencia; y se desmoronarán los montes, y los vallados caerán, y todo muro caerá a tierra. Y en todos mis montes llamaré contra él la espada, dice Jehová el Señor; la espada de cada cual será contra su hermano. Y yo litigaré contra él con pestilencia y con sangre; y haré llover sobre él, sobre sus tropas y sobre los muchos pueblos que están con él, impetuosa lluvia, y piedras de granizo, fuego y azufre. Y seré engrandecido y santificado, y seré conocido ante los ojos de muchas naciones; y sabrán que yo soy Jehová”.

Es cierto que el grado de maldad de estas personas nos estremece.  Pero la Palabra de Dios nos dice, que un día habrá una batalla final que resultará en la derrota de Satanás y sus aliados.   Será el propio Dios quien se encargará de estas naciones musulmanas y le pondrá fin a la perversidad de ISIS. ¡Ellos no tendrán ninguna opción!  “Para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra” (Filipenses 2:10).  “Porque escrito está: Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda rodilla, y toda lengua confesará a Dios” (Romanos 14:11).

El futuro de Israel en el plan de Dios

Todo esto nos lleva a varias preguntas cruciales:

1.      ¿Por qué Dios trajo de regreso a los judíos a su territorio ancestral?
2.      ¿Cuál es el futuro de Israel?
3.      ¿Qué significa eso para nosotros: un grupo de gentiles en el comienzo de este siglo veintiuno?

La primera pregunta: ¿Por qué Dios trajo de regreso a los judíos a su territorio ancestral?, es bien fácil de responder.  Lo hizo porque es parte de su plan a fin de que un gran remanente de judíos depositen su fe en el Señor Jesucristo como su Mesías.

¿Y cuál es el plan?  El primer paso fue reunificar a todos los judíos en el territorio de Israel.

El segundo, hacer que las naciones del mundo estén en contra de ellos por la posesión de Jerusalén.  Exactamente lo que está ocurriendo ahora.

El tercero es quebrantarlos hasta que llegue la tribulación, y el resultado será la salvación de un remanente numeroso que se volverá a Dios en arrepentimiento. 
Vemos entonces que a los judíos les espera un período de gran tribulación, y después de que tenga lugar el derramamiento de la ira de Dios, será seguido por una lluvia de bendiciones de su gracia gloriosa.

La Escritura nos dice, que cuando los judíos regresen, después de haber huido tratando de escapar, y lleguen al monte de los Olivos, la ciudad de Jerusalén estará rodeada por los ejércitos del Anticristo.  Será entonces cuando el Señor Jesucristo descenderá sobre el Monte de los Olivos y al tocar la montaña con sus pies, ésta se partirá por el medio. “Profecía de la palabra de Jehová acerca de Israel.  Jehová, que extiende los cielos y funda la tierra, y forma el espíritu del hombre dentro de él, ha dicho: He aquí yo pongo a Jerusalén por copa que hará temblar a todos los pueblos de alrededor contra Judá, en el sitio contra Jerusalén.  Y en aquel día yo pondré a Jerusalén por piedra pesada a todos los pueblos; todos los que se la cargaren serán despedazados, bien que todas las naciones de la tierra se juntarán contra ella...  Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito...  Porque yo reuniré a todas las naciones para combatir contra Jerusalén...   Después saldrá Jehová y peleará con aquellas naciones, como peleó en el día de la batalla.  Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos, que está en frente de Jerusalén al oriente; y el monte de los Olivos se partirá por en medio, hacia el oriente y hacia el occidente, haciendo un valle muy grande; y la mitad del monte se apartará hacia el norte, y la otra mitad hacia el sur.  Y huiréis al valle de los montes, porque el valle de los montes llegará hasta Azal; huiréis de la manera que huisteis por causa del terremoto en los días de Uzías rey de Judá; y vendrá Jehová mi Dios, y con él todos los santos” (Zacarías 12:1–3, 10; 14:2a, 3–5).

Ellos van a clamar y a llorar, y dirán entonces “Baruch haba B’shem Adonia” que quiere decir: “¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!”.

Será entonces un día glorioso, cuando este remanente se llegue al Señor Jesucristo y lo reconozca como su Mesías.  Será un día tan glorioso, que de hecho el Señor dijo: “No regresaré a esta tierra, hasta que el pueblo judío no esté dispuesto a decir: ‘Baruch haba B’shem Adonia'”.

Luego entonces, ¿qué significa todo esto para un grupo de gentiles hoy? ¿Qué significa para nosotros?  Muchas cosas, pero sólo nos limitaremos a mencionar esta. Se trata del gran testimonio de la fidelidad de Dios, quien estará haciendo que tenga cumplimiento la profecía dada a los judíos hace miles de años.
Nuestro futuro en el plan de Dios

A continuación vamos a considerar algunas profecías que el Señor ha permitido que tengan cumplimiento en nuestro propio día:

1.      Dios ha recogido al pueblo judío desde los cuatro extremos de la tierra, tal como dijo que haría.
2.      Restableció el estado de Israel, en conformidad con su promesa.
3.      Revivió el idioma hebreo, que había permanecido como una lengua muerta desde su crucifixión, igualmente su unidad monetaria, el siclo.
4.      Restauró la ciudad de Jerusalén como la capital, tal como prometió.
5.      Transformó el territorio de Israel cubierto de malezas y de pantanos en un vergel, como así anticipó por medio de sus profetas.
6.      Ha convertido a su pueblo en una potencia militar en el mundo.
7.      Y ha permitido que los países del mundo mantengan sus ojos sobre ellos, ya que en los últimos días la humanidad como un todo irá en contra de Israel.

Todo lo que está ocurriendo es evidencia del pronto retorno del Señor.  El cumplimiento de todas estas profecías están literalmente proclamando a gritos su Segunda Venida.  Es como si un gran aviso de neón estuviera encendido diciendo: “¡Jesus, viene pronto! ¡Jesús viene pronto!”.   Hemos sido testigos con nuestros propios ojos del cumplimiento de éstas profecías bíblicas.

Podemos tener la seguridad absoluta, que Dios es fiel y cumplirá todo lo que le prometió a los judíos y lo que nos prometió a nosotros - su Iglesia.  Porque son gloriosas las cosas que el Señor Jesucristo le prometió a los cristianos.

Nos dijo por medio de Pablo:  “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.  Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor” (1 Tesalonicenses 4:16–17).

El propio Señor Jesucristo vendrá por nosotros, y restaurará los cuerpos físicos de los santos muertos, en un gran milagro.  No olvide que Dios habló y el universo entero llegó a existir, así que para Él no será nada hablar y restaurar los cuerpos de millones de muertos, así ya no queden cenizas de ellos, ni en la tierra, ni en el agua. Sea cual fueren las circunstancias, esos cadáveres volverán a vivir como cuerpos glorificados para reunirse con las almas de los santos muertos.

Mientras que esos que estén vivos serán transformados, sin experimentar muerte  y así en sus nuevos cuerpos se reunirán con el Señor en el cielo.  Todo esto ocurrirá en un abrir y cerrar de ojos. ¡Ojalá podamos ser parte de esa generación que nunca experimentará la muerte!

Una vez en el cielo, todos los cristianos compareceremos ante el Tribunal de Cristo, y allí tendrá lugar un juicio, no para determinar la salvación eterna, sino basado en las obras, para otorgar recompensas en conformidad con el servicio del creyente. “Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo...  Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará.  Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa.  Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego” (2 Corintios 5:10; 1 Corintios 3:12–15).

Mientras aquí en la tierra la humanidad estará experimentando los siete años de la gran tribulación, los cristianos estaremos a salvo en el cielo.  Y hasta el fin de esos siete años permaneceremos con Jesús, participando de la fiesta más maravillosa que el cosmos jamás haya experimentado - la Cena de las Bodas del Cordero.   Estaremos celebrando nuestra unión espiritual con Él.

Será entonces cuando tendrá cumplimiento esta profecía: “Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado.  Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos... Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero...” (Apocalipsis 19:7–9).

Finalmente, a la conclusión de ese tiempo, el Señor Jesucristo se pondrá de pie y dirá: “¡Partamos!”.   Entonces montará sobre un caballo blanco y los cielos se abrirán y nosotros vendremos con Él.  ¡Sólo imagine por un instante al Señor regresando hasta el Monte de los Olivos junto con cientos de millones de santos glorificados colmando el valle del Cedrón!

Jesús recreará ese otro día, cuando llegó por primera vez al valle del Cedrón.  Cuando recorrió, cabalgando sobre un asno el monte de los Olivos, y llegó hasta la puerta oriental, “Y la gente que iba delante y la que iba detrás aclamaba, diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!” (Mateo 21:9).  Para luego, una semana después gritar ante Pilato: “¡Crucifícale! ... ¡Crucifícale!”.
Pero en esta ocasión, estaremos en nuestros cuerpos glorificados y gritaremos: “¡Hosanna al hijo de David! ¡Hosanna al Hijo de Dios”.   De sólo pensarlo  desearíamos que ese día fuese hoy.

Dice el Salmo 24 que cuando el Señor Jesucristo descienda sobre el monte de los Olivos llegará hasta la Puerta Oriental, la que ha permanecido sellada desde que los turcos tomaron control de la ciudad por el año 1417, ha estado cubierta con ladrillos desde entonces, porque la Biblia anticipó que permanecería cerrada hasta el retorno del Mesías, ya que será entonces que esta puerta se abrirá para “... El Rey de la gloria”.

Después de eso Jesús irá al monte del Templo y allí será coronado como Rey de reyes y Señor de señores.  E instaurará su Reino Milenial y nosotros estaremos con Él.

El mensaje fundamental que queremos que entienda, es que el Señor Jesucristo viene pronto, y que ahora mismo estamos viviendo con tiempo prestado,  por lo tanto clamemos desde lo profundo de nuestro corazón, tal como dice el pasaje original en griego de 1 Corintios 16:22: “¡Maranatha!” , que significa “¡El Señor viene!”.

Pero la pregunta más crucial para ustedes es: ¿Están listos para el regreso del Señor?  Porque Él puede llegar en cualquier momento.  No es necesario que tenga cumplimiento ninguna profecía específica para que esto ocurra, incluso podría ser hoy mismo.

Esperamos que este mensaje le haya ayudado a comprender cuál es la causa de lo que está ocurriendo en el Medio Oriente, ya que todo es parte del plan de Dios para los últimos días.

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