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¿El Señor está estremeciendo el mundo?

  • Fecha de publicación: Martes, 18 Septiembre 2012, 02:11 horas

Qué está ocurriendo en el Medio Oriente?  Conforme los países uno por uno pierden a sus gobernantes autorizados y nuevas voces exponen sus causas en el escenario mundial, la humanidad permanece muda. 

Algunas personas se regocijan ante la promesa de libertad, mientras que otras buscan respuestas de la Biblia.  Pero... ¿Qué sucede realmente en el Medio Oriente?

Por más de dos mil años, el occidente ha temido al oriente.  La Roma antigua, el imperio más poderoso en el mundo, le temía a los guerreros partos, cuyos expertos arqueros de caballería habían conquistado el entero territorio, desde el Éufrates hasta el Indo.  Durante el Sacro Imperio Romano, la iglesia y su gente también temía a las invasiones del islam en su territorio, lo cual fue contrarrestado con las cruzadas.  Han tenido lugar muchas escaramuzas entre el oriente y el occidente a lo largo de los años con la culminación de que los terroristas del oriente, terminan atacando implacablemente al occidente.

Pero ahora estamos viendo algo nuevo, en lugar de atacar al occidente, varios países del oriente están atacando a sus propios líderes, tratando de deshacerse de viejas restricciones y encontrar un nuevo camino.  Algunos creen que habrá un nuevo líder espiritual, el Mahdí, quien, esperan llegará en los últimos días para unir a todas las naciones musulmanas y dominar al mundo.

Hay un llamado de parte de los árabes para instituir la ley Sharia islámica, no sólo en el oriente, sino también en el occidente.  Es completamente claro que ellos ven el islam como la única religión verdadera que puede salvar a la humanidad de ciertas calamidades antes que continúe hundiéndose en un foso de degeneración moral.  Existe el temor real que conforme el dictador de cada país es derrocado se engendre un vacío que debe ser llenado por el islamismo radical.  Y es este elemento radical el que añora a su líder espiritual para llevar a todos los musulmanes en una guerra santa contra el occidente.

Permítame compartir con usted lo que percibo como el estado de ánimo político y predominante en el mundo.  Sin embargo al hablar del Medio Oriente me estoy refiriendo a los diez países miembros de la coalición árabe mencionados en el Salmo 83 y los capítulos 38 y 39 de Ezequiel.  Los siguientes puntos pueden ser de interés y tienen que ver con lo que está ocurriendo actualmente, porque Dios está estremeciendo las naciones en forma física, espiritual, emocional, financiera, políticamente y en muchas otras maneras.

1.  El ejército sirio irrumpió el domingo 31 de julio del año 2011, en la ciudad de Hama lanzando proyectiles desde sus tanques y disparando armas automáticas.  Asesinó a 45 personas en la incursión para poner fin al levantamiento contra el gobierno de Bashar al-Assad, dijeron activistas y testigos.
2. El pueblo de Noruega fue estremecido el 22 de julio del año 2011, cuando Anders Behring Breivik, un noruego, quien se describió a sí mismo como “cristiano” y “conservador” en su perfil de la red social Facebock, fue arrestado por el doble atentado ocurrido en Oslo, que causó 96 muertos y un centenar de heridos, la mayoría de ellos jóvenes pertenecientes al partido Laborista.
3. Japón fue estremecido el viernes 11 de marzo del año 2011 por un violento terremoto, que fue seguido horas después por un aterrador tsunami y la horrible fusión de sus reactores nucleares.
4. Los habitantes de Egipto, Siria, Túnez y Yemen han sido estremecidos en el año 2011 por una serie de dramáticas y extensas revoluciones que se propagaron a todo el mundo árabe.
5. Irán ha sido sacudido por el enorme movimiento en pro de la democracia que se difundió por todo el país, pero que fue brutalmente aplastado por el tiránico gobierno de Teherán.
6.  El pueblo de Israel está siendo estremecido por el temor de que Irán logre su objetivo, termine por construir armas nucleares y que el mundo no esté haciendo lo suficiente para detenerlo a tiempo.
7. Grecia ha sido sacudida por una deuda sin precedentes que causó motines, disturbios y descontento social.
8. Estados Unidos también está siendo estremecido por la peor crisis económica desde la gran depresión.  Casi la mitad de los estadounidenses creen que el país se encamina hacia otra gran depresión.  El desempleo supera el 9%.  Las ejecuciones de vivienda hipotecadas, suman miles.  Las personas han perdido enormes sumas de dinero al ser desposeídas de sus casas y debido a la volatilidad del mercado de valores.  El gobierno federal está tratando de aparentar prosperidad, pero está empeorando las cosas.  El déficit anual del presupuesto federal alcanzó los mil trescientos billones de dólares el año 2010.  La deuda de Estados Unidos se ha disparado a cifras inimaginables y esta nación se encuentra ahora al borde de la quiebra financiera, a lo que se suma la ineptitud de los políticos en Washington encabezados por su presidente, encontrándose todos incapacitados para solucionar una situación tan precaria.
9. Energía - Es decir petróleo, gas natural y ahora el agua, el catalizador más importante para la nueva guerra, en todos estos asuntos en que se considera que el villano es Israel.  Como Israel descubrió gigantescas reservas de gas en el Mediterráneo frente a Haifa, el argumento de los árabes es que estos depósitos pertenecen al “Estado Palestino” y Líbano.  Ni Hezbolá en Líbano, ni Hamás, descartan la guerra como una opción.
10.  El gas natural - El gas desde Egipto no está fluyendo constantemente a Israel y por consiguiente a Jordania.  La Hermandad Musulmana es la que toma las decisiones y la que está detrás de las explosiones en el oleoducto del Sinaí (Egipto e Israel-Jordania), pero le echaron la culpa a Al-Qaeda, aunque esto realmente no importa, porque las dos son las caras de la misma moneda.
11.   El agua en el río Jordán - Se afirma que Israel ha desviado la mayoría de las reservas disponibles de agua en el río Jordán hacia su lado y que los jordanos se ven privados de la cuota que les corresponde.  Israel lo niega, pero sus necesidades de agua han aumentado, asimismo en Jordania.
12.  La “Primavera Árabe” y la guerra potencial y cataclísmica del invierno - El alzamiento del mundo árabe llamado eufemísticamente por los medios noticiosos «La primavera árabe», es una tormenta de revueltas, furia, terror y caos.  La paz no se vislumbra en el horizonte, y la democracia está cada día más lejana.  Los supuestos amantes de la democracia que tratan de derrocar a gobernantes diabólicos, son en realidad matones y terroristas, porque cuando se trata de revoluciones de origen islámico, realmente no hay ningún “individuo bueno”.

Los únicos grupos organizados en el mundo árabe, son los de fanáticos como la Hermandad Musulmana, quienes, a no dudar, se unirían con otros a los que ahora consideran como enemigos, si con ello logran acabar con Israel.  Al menos son honestos agentes de la muerte, mientras que los que aparentan ser moderados, ocultan sus intenciones reales con su doblez y mentiras diplomáticas.
Al comienzo de esta “primavera árabe”, muchos entre los medios de noticias liberales aplaudieron las protestas árabes generalizadas.  La hipótesis de ellos fue, que los manifestantes no eran más que el subproducto de una población juvenil regional, cansados de un gobierno tiránico.  Acreditaron a sitios de internet, como las redes sociales Facebook, YouTube y Twitter, de dar a los activistas una idea de la libertad.

Bill Salus, autor cristiano, estudioso de las profecías y experto en análisis del Medio Oriente, escribe: «Apenas acabando de digerir los acontecimientos perturbadores de la ‘primavera árabe’, la atención de los medios noticiosos se ha visto ahora nuevamente atraída por el conflicto árabe-israelí y la posibilidad genuina de una guerra de invierno en Medio Oriente.  En la actualidad, las fronteras de Israel se fortalecen en lugar de volver a trazarlas, los arsenales árabes están siendo reaprovisionados en vez de ser desmantelados, y la perspectiva de que estalle la ‘Madre de todas las guerras en el Medio Oriente’, es extremadamente alta».

Salus continúa: «De manera interesante, existen pruebas que la mayoría de los países de Medio Oriente y del Norte de África, plagados por los disturbios musulmanes actuales, estarán involucrados en las profecías de guerra con los israelíes en los últimos días.  Usted puede leer sobre estas batallas futuras en el Salmo 83 y en los capítulos 38 y 39 de Ezequiel.  El Salmo 83 identifica una confederación, un círculo de poblaciones árabes que comparten fronteras con Israel.  Su meta consiste en borrar a Israel del mapa, y su motivo es el reclamo del territorio de Palestina.  Los capítulos 38 y 39 de Ezequiel, describen una confederación o anillo exterior destinado a invadir Israel en los últimos días.  Ezequiel presenta un grupo diferente de invasores a los que describe el Salmo 83.  Además, los motivos de ambos son diferentes, porque la motivación de los países mencionados en los capítulos 38 y 39 de Ezequiel son la promesa de saqueo y un gran botín.

     Tal como dice la profecía: ‘Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Hijo de hombre, pon tu rostro contra Gog en tierra de Magog, príncipe soberano de Mesec y Tubal, y profetiza contra él, y di: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí, yo estoy contra ti, oh Gog, príncipe soberano de Mesec y Tubal.  Y te quebrantaré, y pondré garfios en tus quijadas, y te sacaré a ti y a todo tu ejército, caballos y jinetes, de todo en todo equipados, gran multitud con paveses y escudos, teniendo todos ellos espadas; Persia, Cus y Fut con ellos; todos ellos con escudo y yelmo; Gomer, y todas sus tropas; la casa de Togarma, de los confines del norte, y todas sus tropas; muchos pueblos contigo.  Prepárate y apercíbete, tú y toda tu multitud que se ha reunido a ti, y sé tú su guarda.  De aquí a muchos días serás visitado; al cabo de años vendrás a la tierra salvada de la espada, recogida de muchos pueblos, a los montes de Israel, que siempre fueron una desolación; mas fue sacada de las naciones, y todos ellos morarán confiadamente.  Subirás tú, y vendrás como tempestad; como nublado para cubrir la tierra serás tú y todas tus tropas, y muchos pueblos contigo.  Así ha dicho Jehová el Señor: En aquel día subirán palabras en tu corazón, y concebirás mal pensamiento, y dirás: Subiré contra una tierra indefensa, iré contra gentes tranquilas que habitan confiadamente; todas ellas habitan sin muros, y no tienen cerrojos ni puertas; para arrebatar despojos y para tomar botín, para poner tus manos sobre las tierras desiertas ya pobladas, y sobre el pueblo recogido de entre las naciones, que se hace de ganado y posesiones, que mora en la parte central de la tierra.  Sabá y Dedán, y los mercaderes de Tarsis y todos sus príncipes, te dirán: ¿Has venido a arrebatar despojos?  ¿Has reunido tu multitud para tomar botín, para quitar plata y oro, para tomar ganados y posesiones, para tomar grandes despojos?’ (Ez. 38:1-13)».
William Koenig, corresponsal desde la Casa Blanca escribe así en su boletín electrónico semanal El punto de vista de Koenig desde la Casa Blanca: «Existe gran preocupación de que los enemigos de Israel en la Hermandad Musulmana e Irán, estén cooperando el uno con el otro, y que rápidamente se dispongan a atacar a Israel.  El respaldo de Estados Unidos a los dictadores del Medio Oriente ha llevado a muchos en esa región a no confiar en esta nación».

En cuanto a las acciones en Libia, Koenig escribe: «La evidencia abrumadora indica que el presidente de Estados Unidos le está restando importancia o incluso tergiversando lo que significa el uso de la ayuda militar y el apoyo diplomático a los rebeldes de Libia, quienes son terroristas, apoyan el terrorismo y a los islamitas radicales».

Tal como se ha explicado anteriormente, en ningún lugar hay “combatientes justos que aboguen por la libertad”.  La única agenda la impulsan los radicales de ambos lados de una región con muchos conflictos.  El mal está empujado por el ansia de poder, derribando indistintamente tantos regímenes brutales como benignos.  Mientras que la mayoría de los levantamientos están controlados aparentemente en la actualidad, todos vimos el estallido de violencia en Siria el 31 de julio del año 2011.  Sin embargo, es necesario que veamos esto como un esfuerzo conjunto orquestado, cuya única finalidad es poner todas las armas en contra de Israel.  El sentimiento que nunca ha pasado de moda y que prevalece, es: «En el Medio Oriente los enemigos se convierten en amigos, ya que el enemigo de mi enemigo es mi amigo».

Desde lugares como Europa y Washington se están moviendo los hilos del poder.  El dinero, la codicia y el ansia de dominio son fuerzas potentes con las cuales hay que contender.  Personas como George Soros, un financista y hombre de negocios húngaro-americano, y notable filántropo, enfocado en apoyar las causas e ideales liberales, desempeña un papel, pero a pesar de todo es una simple marioneta de otros hombres más poderosos.  Uno de estos títeres más visibles es el presidente de Estados Unidos, el señor Barack Obama, quien puso a esta nación en contra de Israel, ante el mundo entero en el mes de mayo del año 2011.  También la puso contra Dios, al revelarse a sí mismo como el presidente estadounidense más anti-israelita en toda la historia.  Su exigencia de que Israel retorne a sus fronteras de 1967 imposibles de defender, reveló tanto ignorancia como arrogancia.

Pero el engaño más grande ante el mundo entero, es que si sólo la diminuta nación de Israel dejara de existir, este mundo palpitante entraría en una era de paz y prosperidad mundial.  Además se podría controlar la deuda global, y las aguas tormentosas se calmarían instantáneamente.  Mientras que los disturbios de las sociedades descontentas cesarían, y el mundo podría convertirse en uno.
Esto también está impulsando el caos.  Porque así se perciba una crisis en el medio o en la economía actual, la única respuesta es la globalización.  De tal manera, que todas estas naciones en el Medio Oriente deben derrocar a los líderes, reyes, dictadores, primeros ministros y generales, para luego concentrarse como un rayo láser en Israel como el único enemigo, porque no quieren que Israel sea parte de este sistema mundial.  Israel es el ratón que ruge y la nación que los avergüenza en una guerra tras otra.

La razón para que una nación que tiene el tamaño del estado de New Jersey tenga un impacto global, es bien conocida por los cristianos, pero el mundo incrédulo lo interpreta de manera bien diferente.  Incluso la izquierda religiosa está alineada junto con todos esos que odian a Israel.  Salmos 122:6 declara, que los creyentes verdaderos son llamados a orar “por la paz de Jerusalén”, dice: “Pedid por la paz de Jerusalén; sean prosperados los que te aman”.

La primavera es una estación de nuevos principios.  Desafortunadamente, mientras el Señor Jesucristo no retorne al corazón de Jerusalén para gobernar desde allí toda la tierra, no habrá nuevos principios para esa región del mundo.  Lo único que se percibe para el futuro, es una probable guerra, tan horrenda que la estabilidad del mundo entero se verá afectada.  Sin embargo, trate de decirle a las personas que usted ama a Israel y al pueblo judío, y verá cómo se quedan mirándolo con ojos estáticos como si usted estuviera loco.  Ellos ignoran la razón verdadera, pero tampoco tienen interés en conocerla.

Aunque tal vez usted nunca haya leído palabras como estas, permítame decirle: Estas no son mis palabras, sino que puede leer sobre todo esto en la Biblia, la Palabra de Dios.  La escritura cuelga de la pared y no tenemos necesidad de llamar al profeta Daniel para que la interprete.  Simplemente nadie puede entender los tiempos sin la Biblia.

Todo lo que está ocurriendo no se trata de simple casualidad, sino que el Dios de la Biblia está permitiendo que sucedan todas estas cosas para estremecernos, para despertarnos y llamar nuestra atención, a fin de que nos volvamos a Él y clamemos por Su misericordia.

El Señor dijo así por medio del profeta hebreo Hageo, que en un día futuro las naciones serían estremecidas: “Porque así dice Jehová de los ejércitos: De aquí a poco yo haré temblar los cielos y la tierra, el mar y la tierra seca; y haré temblar a todas las naciones, y vendrá el Deseado de todas las naciones; y llenaré de gloria esta casa, ha dicho Jehová de los ejércitos... Yo haré temblar los cielos y la tierra; y trastornaré el trono de los reinos, y destruiré la fuerza de los reinos de las naciones; trastornaré los carros y los que en ellos suben, y vendrán abajo los caballos y sus jinetes, cada cual por la espada de su hermano” (Hag. 2:6, 7, 21b, 22).

Una vez más el Señor se refirió a esto mismo en el Nuevo Testamento, cuando dijo: “Mirad que no desechéis al que habla.  Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros, si desecháremos al que amonesta desde los cielos.  La voz del cual conmovió entonces la tierra, pero ahora ha prometido, diciendo: Aún una vez, y conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo.  Y esta frase: Aún una vez, indica la remoción de las cosas movibles, como cosas hechas, para que queden las inconmovibles.  Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia; porque nuestro Dios es fuego consumidor” (He. 12:25-29).

La profecía bíblica es clara: El Señor estremece a individuos y a naciones para que podamos dejar a un lado todas las erróneas nociones políticas, filosóficas, intelectuales y religiosas a las que nos aferramos, y que no dan paz verdadera ni esperanza real, tampoco pueden proporcionarnos ninguna garantía, perdón de pecados, mucho menos seguridad eterna para nuestras almas.  El Dios de la Biblia desea sacudirnos para que nos despojemos de todas esas cosas y nos volvamos a Él y a la vida que nos ofrece mediante la fe en su Hijo, el Señor Jesucristo.  El Señor no permite que pasen todas estas cosas porque nos odia, sino precisamente porque nos ama y desea que nos arrepintamos y le busquemos como individuos, familias y como naciones.

“Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.  Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente.  ¿Crees esto?” (Jn. 11:25, 26).

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